Mitos

El Mito Muisca de Bachué

Bachué, la madre del género humano, que emergió de la laguna de Iguaque, cerca a Tunja con un niño de tres años. Cuando el niño Iguaque creció, Bachué se casó con él, realizándose así, el primer matrimonio muisca. Esta unión fue tan prolífica y fecunda, que en cada parto la mujer tenía entre cuatro y seis hijos, con lo cual muy pronto se llenó de gente la tierra. Este es el mito muisca del origen del género humano.

Bachué e Iguaque viajaban por todas partes, dejado hijos en todas ellas. Cuando ya estaban viejos llamaron a sus descendientes y fueron acompañados hasta la laguna de Iguaque su lugar de origen. Allí Bachué les hizo una conversación final exhortándoles a la paz, después de la cual se despidieron y se convirtieron en dos grandes serpientes que se sumergieron en la laguna, que desde entonces se convirtió en santuario. 


BOCHICA, EL MAESTRO DE LOS MUISCAS 

Fue entonces cuando apareció Bochica, por el oriente. Era un anciano venerable de largas barbas blancas, piel blanca y ojos azules, vestido con una manta grande, que lo cubría casi hasta los pies. Venía acompañado por una mujer más joven y también blanca.
Desde el primer momento Bochica simpatizó con los indios y comenzó a enseñarles sus principales virtudes: no matar, no robar, no mentir y ayudarse los unos a los otros. Después comenzó a enseñarles sus principales actividades: a construir sus casas, a sembrar la tierra, a fabricar las ollas de barro, a tejer las mantas de algodón y otras cosas, todas provechosas. Bochica quería mucho a los indios y estos lo querían a él. En cambio, la mujer de Bochica nunca quiso a los indios y siempre procuró hacerles mal.

Una vez aprovechando la ausencia de Bochica, inundó la sabana, daño con ello las casas y las sementeras de los indios y puso a estos en situación desesperada, hasta cuando regresó el anciano, aquien los indios dieron la queja de lo ocurrido.
Tan indignado se sintió Bochica contra su mujer, que le castigo convirtiéndola en lechuza. Enseguida se dirigió a los cerros que rodean la sabana y con una barita de oro, que siempre usaba, tocó las rocas, las cuales se partieron para dar paso a las aves. Así se formo el salto del Tequendama.
Pero no todos los indios se portaron bien con Bochica ni le agradecieron debidamente los grandes beneficios que de el habían recibido, por lo que el anciano maestro se sintió indignado con ellos. Así que en la primera oportunidad desapareció por el arco iris, en el cual se ve cuando una persona lo mira desde el salto del Tequendama. 



Extraídos de: 

*https://sites.google.com/site/mitospopularesdecolombia/
*http://www.colombia.com/colombia-info/folclor-y-tradiciones/mitos/bochica-el-maestro-de-los-muiscas/

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